martes, 15 de diciembre de 2009

sobre un remember mal jugado

Asu!! Han pasado casi tres meses desde que me propuse escribir acá por lo menos un par de veces por semana. Debían haber casi 20 textos y sigue habiendo solo uno. Uno, sobre este tipo Osho, que según mi queridísima cuñada Marianne, resultaría ser un fanfa, un farsante, un tipo interesado solamente en el billete, como tanta gente. Un hablador exitoso se diría (como otro montón de gente). Pensé averiguar al respecto pero, la verdad, entre la chamba en Lima, que me gusta y cansa, y entre los viajes de chamba, que me gustan, me descansan y también me cansan, nunca más me dí el tiempo para hacerlo, hasta ahora.

Hubo al medio - nada extraño - un tema de amor y de reencuentro que resultó en desamor y desencuentro. Un asunto en verdad breve esta vez, pero sobre algo antiguo relativamente, algo que fue potente, que en su momento me movió, me encantó, me rayó. Esta vez fue un "remember" como dicen ahora, sobre el cual aposté más de lo debido, y enseñando demasiadas cartas en el juego. Porque pasan los años, y sin embargo en más de un tema, uno sigue siendo un torpe necio, un inventor de pensamientos propios que adjudica a la otra parte, a ella, mejor, a ellas, sobre los cuales construyes escenarios casi siempre irreales, ilusorios, propios solamente de tus exclusivas fantasías, de tus elusivas ilusiones. Un huevas también, por supuesto. Un antiguo macho men hoy reciclado, devenido en su momento a canoso panzón y rey de bares, hoy reencontrando por fin al tipo de antes, a ese que incluso a uno, que esto escribe podía caerle bien y serle interesante.

Felizmente en estos casi 90 días (sin 500 noches, de pronto 10 o 15) llegó a vivir a casa la más "chiquita" (21) de mis dos hijas, la segunda de los tres que tanto quiero. Llegó con su sonrisa eternay su buena onda. Rápidamente, su dulzura, compañìa e inteligencia, empezaron a cambiarme la vida una vez más. De pronto ya la casa estaba siempre iluminada y en la cocina, pues se cocinaba. Y llegaba su enamorado, que me parece la quiere bastante (más le vale), y cenábamos juntos. Y ciertamente, me acostaba más temprano y me dormía más rápido. Pasaron los días y así fueron las cosas.
En paralelo se dió lo de Doña remember, que viajó a las europas supuestamente a ver un tema de papeles y residencias. A los dos días la globalización y la web me pusieron rápidamente al día "de lo que en verdad acontecía". Las fotos, su personal reencuentro, el tipo, el lindo niño, ella. La familia feliz Ja, dicen mis hermanos. Si pues, ja. Que chucha, me dije, estaba como visto, no es para nada una sorpresa. Esta vez no la cago, me reté. Y así fué básicamente.
Así fué básicamente o bacinicamente, que suena parecido y lo expresa mejor. Salvo un resbalón al medio, fruto de unos chilcanos que uno se empujo aún en cuarentena (craso error, procuraré aprender mi querido Pavlov, aunque con los humanos no funciona el saber qué es lo que te genera displacer, para ser elegantes). Salvo esos inigualables chilcanos del nuevo Piselli y su pequeña secuelita, todo estuvo mejor luego, aunque no estoy contando algo que de momento no quiero contar.
Entonces hoy retomo, sin trago claro, pero re-tomo, este quehacer de escribir que tanto me gusta y tan poco pongo en praxis. Traeré para acá algunos temas tratados muy al paso en FB, que pienso dan para mucho más reflexión, y vacilón también. Hoy por ejemplo, a pesar de mi apuesta permanente por la paz, el consenso y la no violencia, y muchas más cosas y principios, no puedo dejar de alegrarme de la forzada ida al dentista y al cirujano plástico del facista Berlusconi. Porque soy humano pues. Pero ese es otro tema.

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